lunes, 23 de septiembre de 2013

Encuentros paranormales: En busca de aventuras fantasmagoricas.



Hace aproximadamente un año, mi chica y yo encontramos un programa de televisión en la cadena Xplora que hablaba de lo paranormal. Y como no, nos enganchamos a él.
El programa, titulado en España "Cazadores de Fantasmas" y en su versión original "Ghost Adventures" toca los temas mas morbosos posibles, incluye psicofonias y material audiovisual que a más de uno puede le puede erizar los pelos y trata los lugares con más -supuesta- actividad paranormal de America (y en esta nueva temporada, de Europa).

Pues bien, hace poco me enteré de la salida de "Encuentros Paranormales", un film de Vicious Brothers que, curiosamente, tiene unas grandes similitudes al programa de Xplora.
Con un elenco de personales muy similar al del programa (el protagonista es la viva imagen de Zak Baggans; el protagonista en "Ghost Adventures), el film nos plantea -curiosamente- un viaje a uno de los lugares que este mismo programa ya había realizado. Y no solamente esto... Durante el inicio de la pelicula, y desde la simulación de la "careta" del programa (que es una "copia") todo nos recordará al show de TV.

Pero comparativas a parte, Grave Encounters o Encuentros paranormales es una de esas peliculas que pasan desapercividas pero tienen un gran nivel de tensión.
La historia, como vengo diciendo, consiste en un grupo de realizadores de TV que se dedican a "encontrar psicofonias y rastros de almas y fantasmas".
Ni los mismos protagonistas se imaginan que no solamente encontrarán pruebas de los paranormal; las viviran.

Lance Preston Aka Zak Baggans y su equipo.

Con una mezcla entre REC y Silent Hill,  la historia nos sumergirá en las entrañas del hospital Psiquiatrico Collinwood, donde todo empezará por ligeros toques paranormales y derivará a la perdida de orientación y consecuente ira de los protagonistas.
La tensión se va desatando poco a poco y las bromas sobre los fantasmas, así como las burlas van disminuyendo, dejando paso a la aceptación y el evidente miedo.

Durante gran parte de la cinta, la idea es ponernos nerviosos. Nos presenta una tensión a la que accedemos a entrar sin ningún motivo más que el morbo.

Y no es para menos. Desde la bañera donde "la chica demente se suicidó" hasta "la ventana que se abre sola y se vuelve a cerrar" nos cogen de la mano y nos pasean por todos los clásicos del terror urbano.

Así que poco a poco nos van introduciendo en un mundo de terror y en la historia concreta del hospital. El oscuro mundo que rodea todo el lugar empieza a cobrar vida y el equipo de "Encuentros paranormales" se ve atrapado en él.

Castigada contra la pared. 

Definitivamente, poco más se puede decir. Es una cinta de terror mucho más que aceptable que bebe directamente de la base de REC (Terror con cámara en mano) y toma prestado el mundo de Silent Hill para darle un toque de claustrofobia al más puro estilo de Cube.

Así que, ahora que se va acercando el Halloween, no podéis dejar de ver esta cinta de terror.

El suelo "perdio"... Verás pa quitar esta mancha.





NOTA: 7.5/10


viernes, 30 de agosto de 2013

Anécdotas varias de un distribuidor telefónico V 2.0 (Chocolate&Bacon Ice Cream Jelly)

Entrando a matar...

-Durante el mes de agosto he descubierto que la crisis está afectando a mucha más gente de la que ya de por si creía... Es tal el problema de la economía, que muchos sujetos deciden "veranear" en los centros comerciales -yo puede que sea una víctima de esas "vacaciones económicas"- disfrutando de los locales con aire acondicionado y los bares con terrazas. 
Así pues, mi trabajo -situado en un centro comercial- ha tenido más afluencia de lo esperado durante el mes de agosto. Eso, sumado a la ignorancia, añadido al aburrimiento y aderezado todo con un poquito de miel, nos da la segunda entrega de "Anécodotas varias de un distribuidor telefónico 2.0 (Versión Chocolate&Bacon Ice Cream Jelly).

Vamos al lio...

1. Empezaré con una anécdota ya clásica en el mundo de la telefonía.

        -Hola, buenas tardes, ¿Tenéis teléfonos LIBERALIZADOS?

(Cámbiese por liberalizar teléfonos o teléfono liberalizado)

Así pues... para que a los lectores de este desertico blog no cometan ese mismo fallo. Os voy a dejar el significado de "Liberalizar".

Liberalizar v. tr.
1 Hacer que una persona o una cosa sea más liberal, especialmente la economia y el comercio
2 Hacer libre una cosa prohibida. "Liberalizar las drogas."


(Amigos... Un telefono es "libre" o se "libera". JAMÁS SE LIBERALIZA.)

2. A partir de aquí empiezas las fiestas de la inteligencia...
     
Una señora se presenta en el punto de veta. Abre la puerta, se acerca al mostrador, y con una gran cara de preocupación, empieza a tartamudear; como si aquello que quisiera preguntar, fuera algo casi prohibido.

      -Buenas tardes, verá, yo quisiera saber... ¿Puedo darle el teléfono a mi hija?

(Pues hombre... Yo prefiero que me lo regale a mi... Pero por poder dar, se lo puede usted dar a quien quiera...)

3. El morro mueve montañas.

Una mujer extranjera se presenta en la tienda, con un telefono con el logo de una compañia naranja y la tarjeta de una compañia roja. ¿La pregunta..?

     -¿Puede configurarme el teléfono?

(No solamente no realizamos ese tipo de actividades en la tienda... La tipa quería que le configurase el terminal sin siquiera tener un ápice de relación con la empresa donde trabajo!!!)

4. "El Morro" strikes back.

Algunas personas simplemente no tienen luces... y hacen alarde de ello. Se presentó un hombre delante del mostrador a las 20.45 con un papel. (Hora de cierre: 21.00)

Yo: Buenas noches 
Cliente: Buenas tardes
Y: Dígame.
C: Mira.. quiero comprar un móvil
Y. Okey, dígame; ¿Cual?
C. El LG L3II

(Me dirigo al almacén, lo cojo, lo pongo encima del mostrador, y el señor decide sacar ese papel que llevaba un rato dando vueltas por las manos.)

C: Mira... Y me pones todo esto. 

(En el papel había escrito tal cual: "Bajar el internet, el eskaip, el wachap i el feisbuc.")

Y: Mire, caballero... yo no puedo ponerle todo eso. Le puedo configurar el telefono en plan "básico" pero no me puedo parar a eso, más aún a 15 minutos de cerrar.

(El cliente intenta marcar un número en su teléfono, ve que no puede, y me obliga a marcarlo a mi; era la mujer. El cliente se contesta al telefono y acto seguido dice: "Espera, que te paso con el chico". Casi en susurro le dije un "no, pero a mi para que me va a pasar a su mujer!!" y al final lo acabé cogiendo y explicandole que no podía detenerme a instalar todas esas aplicaciones en el terminal nuevo)

C: Bueno... Pues entonces ya vendré...

(Se fué y nunca más se supo...)

5. El miedo a lo desconocido

Clienta: Me he bajado un juego y ponía que tenía un virus... Y me ha salido "una cosa" donde me ponía que si le daba ahí, no me llegarían más virus. He borrado el juego pero... ¿Tu me sabrías decir si aún está el virus en el teléfono?

(Vivimos en la época de la tecnología... o eso dicen.)

6. Tarjeta SIM; esa pobre desconocida.

Clienta: ¿Hay permanencia?
Yo: Con la SIM solamente no.
C: ¿Con que?
Y: Con la SIM
C: ¿Eso que es?
Y: Con la tarjeta del telefono
C: Pero yo lo quiero de contrato...
Y: No, me refiero a la tarjeta que va dentro del telefono.
C: No te entiendo...


(Estas y muchas más son las cosas de las que mi persona disfruta toooodo el rato...)


fin

lunes, 26 de agosto de 2013

Resident Evil 6; o mira como convierto el miedo en Tekken.

Y por fin, después de mucho tiempo tras de él, he encontrado Resident Evil 6 a un precio al que estaría dispuesto a pagar (y pagué).
Hoy: La crítica de Resident Evil 6.
Todo el mundo ve una girafa y una muchacha agachada al lado,
¿verdad?

Resident Evil es una saga que poco a poco ha ido perdiendo la esencia principal que allá por 1995 nos metía en la piel de un personaje poligonal cagado de miedo. Cuando por primera vez encarnamos al cuadrado (en el sentido literal) Chris Redfield -o en su defecto a Jill Valentine- lo que todos sentimos es la impotencia de querer matar a esas cosas rojas, blancas y lentas que venian a por nosotros con un cuchillo de calidad dudable.
Hoy en dia, esa frontera se ha roto del todo, y Resident Evil 6 es el titulo que más claro deja eso.

Con el elenco de personajes más amplio de la historia de la saga, Resident Evil 6 contiene, ni más ni menos, 4 campañas jugables con sus respectivas historias. A saber:
-La de Leon S. Kennedy; el novato de la R.P.D. de Resident Evil 2 (acompañado de Helena Harper)
-La de Chris Redfield, el ex-miembro de los S.T.A.R.S. que inició la saga en "la mansión del mal". (acompañado de Piers Nivans)
-La de Jake Muller; un nuevo personaje que básicamente es el hijo de Albert Wesker (acompañado de Sherry Birkin; hija de William Birkin)
-Y por último la de la siempre misteriosa Ada Wong, "compañera" de fatigas de Leon. (esta va más sola que la una)

Raccon City Party!
Todas las campañas tienen el objetivo bien definido. Es cierto que nos meten de lleno en el rol del personaje, marcando claramente que Leon es el clásico "poli" protector y Chris el señor de músculos que solo quiere arrasar y vengar.

La historia gira al rededor de la supuesta nueva organización "Neo-Umbrella" y aunque cada personaje tenga "su vida" todos tienen como objetivo detener dicha organización (que al final resulta ser todo obra del consejero de Seguridad; un tal Simmons.).

La jugabilidad es excepcional. Aunque al principio las comparativas con su antecesor (RE 5) son inevitables, rápidamente nos hacemos al movimiento mientras se apunta y damos saltos por los aires. Los golpes, puñetazos y patadas, pasan a ser un movimiento principal, dejando el cuchillo en un segundo plano -lástima por el clásico objeto que queda relevado por el "Kung-Fu"-.


Momento épico.

Y es cierto; nos hallamos ante un juego que deja atrás el miedo para centrarse en la acción. Tal es este hecho, que todos los personajes tienen golpes asignados. Leon es un experto en patadas, Chris en puñetazos, Ada en ambas cosas y Jake... Bueno, Jake no tiene ni cuchillo; con eso lo digo todo.

A opinión personal, han adaptado bien la saga. El cambio de género es un clásico "renovarse o morir", pero hay algo en lo que han rascado. Si rememoramos cualquier juego clásico de acción, recordaremos la gran cantidad de munición de la que disponíamos. Ejemplifiquemos, por ejemplo, el clásico Max Payne.
¿Alguna vez nos han faltado balas o hemos sentido la necesidad de dejar de luchar para buscar cartuchos de escopeta?
Pues en RE6 si.

Y yo sin balas...

Este conversión de la saga ha echo que la necesidad de munición sea primordial. Hasta el punto en el que, con más de 20 enemigos en pantalla, no nos de tiempo ni a recargar.
Si a esto le sumamos escasez de balas y movimientos de artes marciales, lo que logramos es una pelea a tortas en la que nos dedicamos a saltar de un lado a otro en busca de algunas balas para reventar cabezas.

No obstante, su calidad es indudable. Gráficamente es muy gratificante y a nivel de historia tiene momentos realmente nostálgicos. Los zombis de nuevo contra Leon, la lucha en la cabaña de la montaña de Jake contra los J'Avo (que recuerda a la del RE4) o el encuentro de Chris con Jake o Leon hacen de la historia un punto muy adictivo (Aunque yo me sigo preguntando, ¿Donde Está Claire Redfield?)
Los encuentros están muy bien llevados y la relación de los personajes bien traida y explicada.
Solamente hubiera indagado un poco más en la historia de Sherry Birkin (hija de Will Birkin; villano del RE2) y en la de Jake (Por aquello de saber más sobre la relación de Jake con Albert).

Especial mención a la campaña de Ada Wong, que tiene un toque de los clásicos "Resident", haciéndonos resolver puzzles (Demasiado fáciles, eso si), disminuyendo la cantidad de enemigos y haciéndonos romper un poco la cabeza.


Por último, comentar por encima que el juego dispone de una serie de "mejoras" que a penas se ven reflejadas en la jugabilidad, fruto de recolectar puntos de habilidad matando zombis y J'avo.

Resumiendo: Resident Evil 6 es un juego entretenido que te durará unas 15 horas. Que tiene un alto nivel de acción y un gran montón de adrenalina. Si buscas el clásico Resident Evil no deberias comprarlo; en ese caso, opta por Resident Evil Revelations. Si lo que quieres es recordar viejos personajes y pegar tiros como loco... Entonces cógelo.

7.5/10

miércoles, 14 de agosto de 2013

¿Donde está mi PyramidHead?

-Antes de empezar... Contiene Spoilers del juego. Si no quieres ningún destripe... Quieto "parao"-


Por fin he acabado uno de los juegos al que más ganas le tenía.
Lo adquirí hace ya un año, y por tiempo -y por otros títulos que han ido apareciendo- lo he ido dejando...
Así pues, finalmente me decidí a empezar (y acabar) con Silent Hill Downpour; el último de los terroríficos juegos de terror de Konami.

Vivir (o mejor dicho sobrevivir) por Silent Hill es duro. El espacio planteado, cubierto de esa maldita y clásica niebla hace de una ciudad casi desierta un escenario perfecto para plantar la incertidumbre y la tensión.
Y una vez más Silent Hill vuelve a ser ese lugar donde, a pesar de tener unas ganas locas de escapar, todas las calles están cortadas y los engendros deformes nos impiden movernos con total libertad.

Y Downpour no iba a ser menos. Encarnando a Murphy Pendleton -Un convicto del que iremos descubriendo el oscuro pasado- tenemos un solo y evidente objetivo: Escapar de la ciudad.
Pero es quizás en esta entrega donde queda más clara la intención de este oscuro lugar.




Silent hill es el purgatorio. Un lugar donde expiar los pecados. Un sitio donde uno debe afrontar sus miedos y declarar abiertamente que su pasado es un error: Ese es este lugar.

Empezamos con Murphy montado en un bus, durante el traslado a otra prisión, y por causas (supuestamente) ajenas a todo, acabamos por tener un accidente y encontrarnos en una extraña ciudad; donde el cartero sigue al día con su faena y el culpable de asesinato de 15 niños se suicida por la carga de culpa. 

El cartero, a pesar de ser un personaje más bien pasivo, es un buen punto de información. Es uno de esos peces que se dejan arrastrar por la corriente.
Al recibir una de sus cartas, nos lo dice bien claro: No debemos cuestionar nada. Simplemente debemos aceptar la situación.

Los momentos en los que uno puede saltar del sillón son varios, y el arsenal que nos brinda este capitulo es más bien escaso.
Contaremos con solamente 2 armas de fuego (y una pistola de clavos) de las cuales solamente 1 podremos guardar en el inventario. 




Palos, piedras y tuberias rotas serán el principal armamento que luciremos a lo largo del juego.
Como ya es casi normal en los juegos de esta franquicia, el mechero será clave para la iluminación del escenario y las linternas quedarán en un segundo plano; pues incluso llevándola encendida, los escenarios serán de lo más tenebrosos. A esto hay que añadirle la continua lluvia y las referencias al agua; cosa que hará nuestra aventura un poco más difícil de lo común.

El monasterio de niños huérfanos es quizás la parte más aterradora y acongojante. Un lugar derruido -aparentemente- por terremotos donde encontramos dibujos, notas y recuerdos de niños (meter crios siempre acojona).
Es el lugar más simbólico de todo el juego, pues Murphy perdió a su hijo ahogado a manos de un asesino del que nos vengamos al principio del juego. 

Básicamente, todo girará en torno a la muerte del hijo de Murphy. De las "cosas sucias" que el protagonista se vio obligado a hacer por dos motivos: Por venganza personal y por obligación.

Downpour es un juego excelente, con calidad gráfica aceptable y con un argumento genial (como ya fue el caso de Homecoming.).
A pesar de sus carencias a nivel de jugabilidad y su escenario (a veces un poco impracticable) es un juego que recuerda a los primeros -a los que, todo se debe decir, no jugué demasiado- incluyendo un botón con el que mirar por encima del hombro que hace que tengamos la mosca detrás de la oreja continuamente.


Solo hay un pequeño detalle que me decepcionó un poco... Me esperaba un PyramidHead. Se que no son personajes recurrentes (tengo entendido que solo salieron en el 2 y el Homecoming) pero esperaba una gran piramide de metal partiendo torsos en dos...

En fin: Tuve que conformarme con un tío gigantesco vestido de pescador, con una mascara de gas y un martillo anormalmente grande... 
No dudeis en comprarlo si os gustan los juegos de terror. 

8/10



jueves, 8 de agosto de 2013

Anécdotas varias de un distribuidor telefónico.

Llamada curiosa.

(Suena el teléfono)

Yo: Si, buenos días, dígame.
Niña: Hola... Buenos.... Buenos días.
Yo: Hola, si, dígame.

(Silencio)

Yo: ¿Hola?
Niña: Hola. Llamaba para preguntar si tenéis el Huawei 7105.
Yo: No, ahora mismo no disponemos de ese teléfono. Además, es complicado de encontrar...
Niña: ¿Y no lo puedes pedir?
Yo: No... Es muy difícil conseguir ese teléfono en concreto.

(Silencio)

Yo: ¿Hola?
Niña: Vale.
Yo: ¿Necesitas alguna cosa más?

(Silencio definitivo y decido colgar.)

(Al poco rato, vuelve a sonar el teléfono, y miro la pantalla, dándome cuenta de que es el mismo número que había llamado, pero esta vez es una abuela.)

Yo: Buenos días, dígame.
Abuela: Hola... Esto... Mire.... Yo.... (Silencio) Yo tengo varios números ahi con vosotros. (silencio muy largo)
Yo: Si, dígame....
Abuela: Pues verá... Que tengo 3 números con vosotros. De mi hija.... y.... Bueno. 3 contratos de ahi. y bueno...
Yo era para saber...
¿Porque me ha colgado antes?

(La conversación a partir de aquí se convirtió en un absurdo continuo de discusión en bucle sobre el regalo de móviles)

Maneras de llamar a un Huawei.

-No soy experto en idiomas, pero desde el primer día que vi el nombre escrito de esa marca, deduje que, como vivimos en una civilización americanizada, se debería pronunciar "Jaguei".
Ahora bien, hay muchos clientes -muchos de ellos con evidentes carencias de estudios- que pronuncian de manera muy graciosa lo que parece una cosa, a priori, sencilla:

-Hawai
-Jugai
-Hamaguai
-Hamaguei
-Jumbei
-El móvil chino

El típico cliente que lo sabe todo.

Ésto es algo común. En todos los sitios siempre está el cliente que lo sabe todo.... Y para evitar esto, en la tienda donde trabajo, he decidido crear una serie de papeles casi a modo de circular para que no se cometan las incomodas equivocaciones que todos cometemos alguna vez en nuestra vida al ir a darnos de alta en un distribuidor telefónico.

Partamos de la base de que lo que pide este operador es el documento de identidad en vigor y un recibo bancario sellado u original. 

A partir de aquí, y con sus cabreos añadidos, he tenido clientes que, antes de informarle de cuales son los documentos a aportar, se adelantan, diciéndome cuales (NO) son exactamente los papeles que ha de traer.

Esto desemboca en:

-Traer facturas en lugar de recibos.
-Traer recibos sin sellar-
-Traer recibos fotocopiados, a mala calidad y sin sello.
-Aportar el carné de conducir en lugar del DNI.
-Traer la libreta bancaria.
-Traer una fotocopia de la libreta bancaria.
-Y un largo etc...

Básicamente esto es un "no, lo siento, ese documento no vale" que acaba por un "pero esto también vale!" por parte del cliente.
Es decir: Que no solamente no nos dejan explicar lo que necesitamos para tramitar el pedido; también nos dicen que debemos coger y que no.

Si no regalas, no te compro.

Esta es un clásico. 

"Buenas, vengo a ver que me ofreces y que móvil me regalas."

Cosas que a uno se le pasan por la cabeza.

"Buenas, te ofrezco salir de mi tienda y te regalo una mierda con lacito."



Estas son algunas... Y otras muchas que vendrán. Os dejo con el enlace de un vídeo que no tiene desperdicio.... Hablando del tema.




viernes, 2 de agosto de 2013

Fin De La Cita

Vivimos en un país de pandereta. No. Vivimos en EL país de la pandereta.
Somos el hazme reír del mundo. El ejemplo claro y evidente de lo que NO hay que hacer. De como NO gestionar un país, y por supuesto del estilo de vida que NO se debe llevar.

Vivimos en una corrupción continua. En la tierra donde políticos, reyes y allegados a ambos, meten la mano en todos los sacos con el símbolo del dolar que pueden. Donde una disculpa apacigua al vulgo, y donde el peor de los actos ilegales puede ser encubierto si tienes unos pocos de miles de euros en el bolsillo. Donde sucede el caso Bárcenas. Donde sucede el Caso Gürtel. Donde se encubren los datos del paro. Donde se suben los impuestos. Donde baja el empleo. Donde se acusa a los que ayudan de terroristas. Donde se prioriza los bancos a las personas. Donde se privatizan servicios para el bien propio.

Hacemos vida en una nación donde el presidente en función, se permite saquear bancos y dar argumentos cojos, permitir que la gente se quede sin hogar, y además, alardear de su buena gestión.
Es tal la ineptitud de este señor, que se permite decir "que no va a dimitir".
Y yo me pregunto: ¿Que poder le otorga a este sinvergüenza la capacidad de decidir si debe o no dimitir?

El poder es del pueblo... No. DEBERÍA ser del pueblo.

Pero a España le gusta tocar "esa" pandereta. Nos conformamos con poco, y permitimos mucho. Nos aferramos al clásico eslogan de "A mi, mientras no me falte de comer...".
Y eso no debe permitirse; Pues nos falta de comer.

Parece que muchos muchos no se den cuenta, pero trabajamos para vivir. Ganamos poco, gastamos mucho y pasamos hambre.
Apenas nos llega para el alquiler. Nuestra nevera llega vacía a final de mes y soñamos mes tras mes con podernos comprar ese televisor que lleva un año pasado de moda.

No es permisible. Nos faltan huevos y nos sobra boca. Permitimos el mangoneo. Tenemos miedo a desequilibrar nuestra estabilidad; pero no nos damos cuenta de que otros se encargan de balancearnos para sacarnos las pocas y cobrizas monedas que nos quedan en la cartera.

Este momento es intolerable. Mientras otros países queman y gritan "libertad" nosotros permitimos que el "tio" que gobierna nos agarre del cuello y encima nos obliga a sonreir.

Pero esto seguirá así. Pues no queremos poner en riesgo nuestro estatus... A pesar de que, lenta y dolorosamente, esté desapareciendo la clase media.

Por aqui poco se puede hacer... la indignación está quedando atrás y la frustración está tomando sentido.

A la familia real: Muerte.
A los politicos sin diferencia: Muerte.

No merecéis otra cosa que morir...¡Panda de hijos de puta! (Fin de la cita)

lunes, 22 de julio de 2013

Manejar un avión

Desde hace un año y medio he estado trabajando para una conocida marca de telefonía. Como muchos sabrán -por mis múltiples anécdotas al respecto- no paran de pasar personajes de todo tipo por aquí, y desgraciadamente -para mi- esos personajes son como unos bebes lloricas que han roto el jarrón favorito de la "mama" y no son capaces de esconder los pedazos sobrantes bajo el sofá.

Pero todo esto se lo debemos a una marca concreta a la que le encanta el rojo... Este distribuidor de telefonía decidió que era bueno (y por lo visto divertido) crear un apartado en su tienda con gente especializada y centrada en la configuración de aplicaciones y activación de cuentas así como la puesta a punto del terminal que el cliente random había adquirido en cualquiera de sus locales.

La idea no era mala: Un grupo de gente que se encargue de aguantar a los clientes "paliza" que se dedican a preguntar por sus aplicaciones... Pero... ¿Que sucede si el típico cliente no te viene a preguntar por las aplicaciones? ¿Y si el cliente, básicamente, no tiene ni idea o simplemente le tiene pánico al teléfono?

Pues muy sencillo... El fantastico grupo de SuperHeroes configuradores se acaba convirtiendo en un grupo de gente sublevada y esclavizada por ese genial cliente aleatorio que les plantea preguntas del estilo "¿Como lo hago para enviar un mensaje?", ¿Me bajas el Whatsapp?" o cosas tan inverosímiles como "¿Como lo hago para colgar la llamada?".

Y me parece muy bien... Quiero decir; te las has dado de listo... ¡Pues ahora a pencar! ¡No haber prometido al mundo entero que puedes configurar sus terminales y sonreír a la vez!

Pero claro... El problema, lejos de acabar aquí, plantea una globalización hacia terceros que se acaba por sufrir en carnes de operadores y distribuidores ajenos a esa marca roja: Es decir; en mi.

Día a día, los humildes sirvientes del operador para el que trabajo tratan con clientes que manejan una sola idea: Convertirnos en un esclavo temporal de sus absurdas dudas.

Así pues, el cliente entra y suelta su estupidez (pongamos por ejemplo una pregunta verídica reciente...) "¿Como lo hago para ver las fotos de Yoigo?".
En ese momento de bloqueo, el cliente, rápido cual felino, ya tiene preparadas una serie de quejas que les darán la verdad y la razón absolutas.
Quejas que se barajan entre "Esto es tu trabajo", "Si no me lo configuran en la tienda donde lo compre, ¿Entonces donde?", "¡Mira que teneis pocas ganas de trabajar!" o bien, y la más fantástica de todas "¡Esque no tienes ni idea". Esta última me encanta porque deja entrever la ignorancia del insultante.

En fin... Un fantastico arco iris de clientes que te dejan un mal sabor de boca y te incitan a arrancarte el labio a mordiscos.

Y ¿donde nos deja esto a nosotros, los trabajadores?
En un puesto muy poco favorable; en un mundo de fantasía e imaginación donde el asesinato es legal y tenemos armas de fuego en el almacén. Un lugar donde, a grito pelado, podemos gritarle al cliente lo estúpido que es y lo poco empático que se vuelven cuando no son ellos los que bailan detrás del mostrador.

Desde aquí, y si hay algún negado tecnológico leyendo, os digo: Si no sabéis manejar un avión, no os lo compréis.

Aunque bien es cierto que -y a favor de los clientes-no todos son unos cromagnones...

También están esos clientes que te obligan a llamar a atención al cliente "porque ellos no saben"... Pero esto es otra historia...

Sin más dilación: Palangana.

sábado, 20 de julio de 2013

Declaración de principios.

Buenas tardes, señoras, señores y animales varios que visiten este triste y solitario blog (y esto último es una predicción.)

Antes de comenzar con "El Mundo Fuera de Cobertura" vamos a dejar una declaración de principios:

-Este blog surge por una necesidad: Una fuerza invisible que me ha empujado a crear linea tras linea de vivencias diarias y de sátiras comunes de un dia a dia cualquiera.
Pues desde el punto de vista del Sr. Touchdown, no hay nada más divertido que el día a día tomado con humor.

Pues cierto es que yo soy aquel típico amigo que siempre ha de contar algo. Ese amigo al que le gusta contar esa anécdota tan común del modo más cómico posible.
Es por eso, y por el constante aburrimiento que suponen "esas horas muertas" que creo este blog:
Para poder explicar el continuo espacio tiempo de la existencia con el tono más jocoso posible.

Recuerdo varios momentos en los que este espacio era reclamado.
Varios "Eh, tio, deberias publicar eso en un blog" y varios "Vaya tonteria de anécdota... Pero es gracioso".

Pero ha sido un impulso concreto el que ha determinado la creación de este espacio web: El "estado" de facebook.

No entiendo que mucha gente publique en el estado de facebook como si de un blog se tratase...
Veo a muchos usuarios manejar el "estado" de facebook como un diario, pero otros simplemente se dedican a colgar misterios de los que nunca sabremos nada.
Y por esto último me refiero a los clásicos "Siete dias..." o bien "Ya mismo...".
A la gente que pone esos estados de facebook... ¡Mi más infinito desprecio!

Si pretendes sembrar la duda, que al menos se puedan recoger respuestas... Y si, ahora mismo habla la maruja que llevo dentro.

No está bien... No es sano ni para el que lo escribe -que recibe comentarios sin cesar- ni para el que lo lee -que no le encuentra sentido y acaba por convertir ese estado de facebook en la duda existencia del dia-.
Pero desde otro punto de vista... Quizás esté echo a propósito (ahora habla mi personalidad más inocente). Quizás el usuario se siente bien al ver 32 comentarios de gente que se interesa por ese estado tan místico. Por esa incógnita lanzada al aire que pretende que la recojamos como si de un frisbee se tratase...

¿Y en que lugar nos deja eso a nosotros?

En el de perros obedientes que recogemos el juguete y se lo devolvemos al dueño dándole un claro mensaje: "Escribe otro estado misterioso, que quiero seguir tu vida, a pesar de que me importes más bien poco."

Y es que somos así: Somos cotillas por definición. Necesitamos el misterio, el boca a boca, el que dirán...

Y por ese motivo también he creado este apartado: Porque a todo el mundo nos gusta leer cosas de otros. Y porque a todos nos interesa (o no) lo que piensan los demás... aunque sea por el mero aburrimiento y por el consecuente parloteo.

Un claro ejemplo de "¿Has visto al hijo de la paqui..? Que gordo está y que novia más fea."

Sin más dilación: Ojete.


-Vito Touchdown